
Hay algo mágico en cómo los fuegos artificiales iluminan el cielo nocturno, como estrellas fugaces. No dejamos de asombrarnos con sus formas, colores y sobre todo, con el hecho de ser momentos efímeros.
La explosión de color y luz que se produce en este espectáculo, captada en determinados encuadres evoca imágenes propias de la astronomía.
Pequeños puntos aglomerados en torno a un núcleo que parece ser origen de esas formas chispeantes. Su estructura formal y color recuerda estrellas, nebulosas, ¿galaxias?, lo cual nos atrae maravillosamente, dado que nunca podríamos ver en la realidad esas imágenes, sólamente a través de reproducciones. Pero en este estallido de color el ser humano se siente más cerca de ver algo tan intangible y a la vez fugaz.
Proyectos similares: